Oleajes de virtuosismo en el recital de piano de Dmitry Masleev

Viernes, 01 Febrero 2019 12:36

 

 

El joven pianista siberiano Dmitry Masleev, ganador de la Medalla de Oro en la Competencia Internacional Tchaikovsky 2015, interpretó en el marco del Festival Internacional de Piano, en la Sala Nezahualcóyotl, obras de Bach, Beethoven, Prokofiev y Liszt, haciendo gala de una conexión físicamente perceptible, sucinta y perfecta técnica, además de una delicadeza de toque y velocidad vertiginosa en algunos pasajes que así lo exigían.

Considerado por la crítica como "gran pianista futuro" (La Croix) de "brillantez virtuosa" (The Financial Times) y "musicalidad de proporciones metafísicas" (Neue Musikzeitung), Masleev abrió  el programa del 30 de enero con Siciliano de la Sonata para flauta N°2 en sol menor, de Johann Sebastian Bach, y posteriormente dio paso a la sonata para piano N°12 en la bemol mayor, op 26, de Beethoven, integrada por cuatro movimientos, obra que da inicio al nuevo estilo romántico del compositor de Boon, Alemania, estilo caracterizado por temas apasionados y contrapuestos con desarrollos extensos.

En la segunda parte incluyó la sonata para piano N°1 en fa menor, op.1, de Sergei Prokofiev. En su interpretación resaltó su asombroso dominio del cambio de compás, libre de devaneos o incertidumbres en los engarces. Brillo y precisión en todo momento en el que Masleev le extrajo a su instrumento el “alma rusa”.

Continuó con el preludio coral en fa menor, de Bach, y lo hizo con profundidad en las secuencias descendentes, con un tono nítido y lujoso al mismo tiempo. Cerró con la Rapsodia española del húngaro Franz Liszt, la cual bien puede inscribirse en lo que algunos críticos han llamado “obras sobre temas nacionales” y otros “pintoresquismo musical”, corriente de la música culta inscrita en el romanticismo nacionalista, que utiliza aires y melodías propias de la tradición popular española, y especialmente andaluza. Música con variados colores y enérgica, la cual tiene muchos desafíos técnicos, incluyendo cambios rápidos de acordes y octavas. Masleev logró una interpretación intachable y vigorosa.

Ofreció como encore los tres preludios para piano del estadounidense George Gershwin.  Deleitó a la audiencia con un material melódico y ritmos sincopados en un fuerte toque de jazz, en el que el compositor de Brooklyn utiliza fragmentos de varias técnicas, como notas repetidas, octavas, escalas y manos cruzadas. Dmitry Masleev mostró a lo largo de su recital nocturno espontaneidad poética, brillo discreto, contundente precisión, claridad en la expresión de las ideas y sobre todo oleajes de virtuosismo.

Masleev, uno de los pianistas genuinamente grandes de su generación, se presentó también como solista con la Orquesta Filarmónica de la UNAM el sábado 2 y domingo 3 de febrero en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario.