Lectores somos y en el camino volvimos a encontrarnos. Con rosas en la mano y morrales llenos de libros, los invitados al festejo acudieron puntuales a la cita, luego de que un virus les arrebatara dos abriles. La Fiesta del libro y la Rosa, fiel a su nombre y a su fama, fue un festejo lleno de letras, música, poesía, reclamos, imaginación y resistencia.